lunes, 14 de enero de 2013

Células madre en las muelas del juicio.






Las llamadas comúnmente muelas del juicio se corresponden en realidad con el tercer molar. Lo que les hace particulares es que aparecen más tarde que el resto de la dentición, aunque el momento en que aparecen depende casi de cada individuo. Normalmente aparecen entre los 16 y los 25 años, pero puede ser antes o después, o incluso no hacerlo nunca.

El porcentaje de ausencia de este tercer molar es muy diferente dependiendo de las poblaciones humanas estudiadas, y se ha constatado que es casi del 100% entre los indígenas mejicanos, y solo del 0,2 % en los habitantes de Tasmania, lo que sugiere un cierto componente genético, e incluso algún trabajo científico propone algún gen responsable, como el caso del gen conocido como PAX9.

Todos los primates tenemos 32 dientes, y se supone que los homínidos, que poseían mandíbulas más grandes, tenían este tercer molar para ayudar a masticar los vegetales de los que se alimentaban. Los cambios en la conducta alimentaria de los humanos desarrollaron mandíbulas más cortas con menos sitio para los terceros molares que, sin embargo, siguen apareciendo. La aparición de este tercer molar afecta a la correcta ubicación del resto de dientes, por lo que suelen extraerse.

Otra particularidad de estas muelas es que a partir de su pulpa, pueden obtenerse células madre, por lo que se ven con interés en medicina regenerativa, según indica un reciente estudio científico.

La pulpa dental es muy interesante desde el punto de vista de la medicina regenerativa por dos razones fundamentales: primero es un tejido poco desarrollado, con lo que se le supone gran potencial de diferenciación, y segundo es de muy fácil acceso, ya que se desarrolla durante la adolescencia. En este estudio a que nos referimos (Atari y col., 2012), llevado a cabo por investigadores de la Universidad Internacional de Cataluña, se han aislado células de la pulpa dental del tercer molar, se han mantenido en cultivo, y se han comparado sus características con las de otras células pluripotentes, demostrándose in vitro la capacidad de estas células para formar cuerpos embrioides, y de diferenciarse hacia tejidos con características similares a las tres hojas embrionarias, mesodermo, endodermo y ectodermo.

Como conclusión podemos decir que estas células, que se pueden obtener de las muelas del juicio de personas sanas y de sexos y edades diferentes, son una fuente sencilla y accesible de células madre, abren in interesante abanico de posibilidades en el campo de la medicina regenerativa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario